jueves, 14 de abril de 2011

LA LOCA ELIANA


Por: TERNASCO

Hace algunos años atrás, por las calles polvorientas de este pueblo carbonífero, deambulaba una hermosa muchacha de pelo negro de intensos ojos verdes que, al mirarlos, te sumías en las profundidades del mar.

¿Quién era ella?

Era la hija de un antiguo minero de La Colonia que había trabajado por muchos años en las galerías de los Chiflones de Schwager, por las cuales desaparecía, amaneciendo parado sobre un cable sinfín apoyado por un bastón.

Todos la conocimos como “La loca Eliana”. Pedía limosa y comía todos los desperdicios que eran desechados por los restoranes.

Más de alguna vieja copuchenta comentó en los lavadores comunes de Schwager que la “La Eliana” se había vuelto loca por haberse bañado con agua helada en el período menstrual, lo que, quizá fue efectivo o no.

En los atardeceres, cuando el sol ya besaba las aguas del mar en el horizonte, la Eliana regresaba a Schwager a dormir en el interior de los hornos comunitarios, donde las mujeres de los mineros horneaban el pan.

Todos los días de su existencia, la Eliana salía del horno que la había cobijado en la noche, al calor de las cenizas. Entonces sus ojos eran adornados con ribetes de la tintura del humo que teñía el interior de los hornos.

Era muy respetada y querida por la comunidad coronelina, por lo que hasta los malandrines la cuidaban.

En cierta oportunidad, la Eliana se fue a dormir, como todas las tardes. Al amanecer, la primera mujer que encendió el horno no revisó el interior, colocó la leña, prendiéndola y luego tapó el horno para que se calentara, sin percatarse que la Eliana estaba en su interior.

Así falleció, intoxicada la “Loca Eliana”.

Al momento de abrir el horno para colocar el pan, con gran espanto, las mujeres se encontraron con el cuerpo calcinado de la muchacha.

Hasta el día de hoy, los viejos habitantes de Schwager, en los atardeceres, ven recorrer la figura entrando a los hornos que aún quedan donde las dueñas de casa aún continúan con la eterna tradición de confeccionar el pan minero.


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